Este taller surge del interés de profundizar, junto a las oenegés de desarrollo, en la importancia de los cuidados en nuestras organizaciones, como elemento clave para seguir avanzando en la construcción de modelos organizativos que sean más feministas y nos ayuden a construir sociedades más justas.

En Mugarik Gabe llevamos, casi desde nuestros inicios, apostando por incorporar la igualdad y el cumplimiento de los derechos humanos de las mujeres en nuestras agendas, entendiendo que cambiar el mundo pasa imprescindiblemente por apostar por romper las desigualdades de género. Nuestras acciones y también nuestras formas de trabajo han ido evolucionando y hemos ido aplicando y aprendiendo de diferentes enfoques, centrándonos en los últimos años en el cambio organizacional pro equidad de género.

Un aprendizaje imprescindible en este proceso ha sido que nuestras organizaciones no son neutrales y que reproducen las desigualdades y estereotipos de género del mundo en el que vivimos, también en nuestras prácticas y procedimientos, construyendo procesos cotidianos de privilegio y subordinación.

Tenemos que ponernos manos a la obra para convertir nuestras organizaciones en estructuras que tengan una clara apuesta feminista. En el camino nos tocará ir combinando esa mirada feminista global en lo que hacemos con acciones concretas en todos los ámbitos organizativos: la toma de decisiones, la comunicación, los modelos de trabajo… revisando no solo la presencia de mujeres, hombres y personas no binarias en los mismos, sino también los procedimientos, contenidos y valores que reproducimos para evaluar si mantienen desigualdades de género o, por el contrario, aportan en la construcción de nuevos modelos más igualitarios. Todos estos ámbitos suelen ser invisibles en nuestras organizaciones, especialmente la cultura organizacional, por eso creamos ‘Viajando por lo invisible’, que pretende promover este tipo de procesos, aportando aprendizajes y herramientas construidas desde la práctica colectiva de entidades del tercer sector.

Como no podía ser de otro modo, un elemento a abordar en este cambio organizacional pro equidad pasa por trabajar los cuidados desde una perspectiva feminista. Cuidados que tienen que ver no solo con nuestras agendas más públicas, sino con elementos como la conexión de las diferentes esferas de nuestras vidas, la participación y el empoderamiento en todos nuestros espacios, celebrar los avances, cuidar las relaciones, hacer presentes las emociones… entre otras muchas necesidades.

Son muchos los retos, más aún en un contexto político y social crítico que va a suponer un mayor esfuerzo en mantener nuestras apuestas de transformación, sin perder la coherencia a la hora de decidir cómo las ponemos en práctica. Nadie dijo que fuera fácil, pero lo que tenemos claro es que no solo merece la alegría, sino que es cuestión de justicia.