Desde México, pasando por Colombia y aterrizando en Araba, son las mujeres las que están siendo las grandes defensoras de la tierra y el territorio. Las que proponen alternativas para la transición ecológica a pesar de ser las mas afectadas por las crisis climática.

Porque el problema no son las energías renovables, ni mucho menos la energía en sí. Los territorios y sus gentes no suelen estar en contra de las transiciones energéticas a fuentes de energía renovables, sino de los modelos energéticos y de vida que se les imponen por parte de quienes deciden poder hacerlo.

Porque el cambio será feminista o no sera.

Porque renovables si, pero no así.

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