Este 8 de marzo, desde Mugarik Gabe volvemos a sumarnos a las reivindicaciones, propuestas y movilizaciones convocadas por el movimiento feminista en pueblos y capitales. Este año se centran en la denuncia del machismo y del racismo, agudizados en el contexto de pandemia. Por ello, con todas las medidas y el foco puesto en el cuidado de todas, seguiremos organizándonos colectivamente para exigir los cambios necesarios en este sistema que lleva tiempo en crisis y que es necesario continuar agrietando.

Aquí compartimos un extracto de la rueda de prensa nacional que se realizó el pasado 25 de febrero en Donostia, para presentar las movilizaciones y ejes de reivindicación de este 2021.

Han pasado dos años desde que nos plantamos en la última Huelga Feminista y reivindicamos la necesidad de poner las vidas en el centro. Ha pasado ya un año desde el último 8 de marzo, donde llamamos a organizarnos y a unirnos a la lucha feminista. Desde entonces, el contexto de pandemia provocado por Covid19 ha hecho aflorar una crisis sistémica de múltiples dimensiones. Lo que ha estallado no es sólo una crisis sanitaria.

Por encima de nuestra salud, desde los Gobiernos se ha vuelto a priorizar el capital. Estamos viendo militarizadas las fronteras y las calles, hemos sufrido abusos policiales e institucionales racistas, cientos de personas están en riesgo de despido, miles de mujeres han tenido que abandonar el mercado laboral para atender a los cuidados, ha quedado de manifiesto la falta de capacidad de poder decidir aquí, en Euskal Herria, se han desalojado espacios ocupados, la violencia machista no ha cesado y la crisis ha afectado directamente a sectores feminizados, y en especial a  las trabajadoras en situación irregular.

Este año más que nunca, hemos organizado el 8 de marzo con el fin de expresar el compromiso de crear grietas al sistema. Las situaciones tanto de salud como de limitación nos dificultan las formas de movilización habituales, pero buscaremos la manera de que las calles sigan siendo un espacio para la denuncia.

Decimos «Cambiarlo todo, agrietemos el sistema». Esta crisis no empezó con la pandemia, y en el Movimiento Feminista de Euskal Herria no nos callaremos ni tampoco pararemos. Para resquebrajar el sistema capitalista, heteropatriarcal, racista, y colonial debemos organizarnos en el feminismo y seguir luchando colectivamente. Precisamente para colectivizar las responsabilidades de sostener las vidas y cambiar radicalmente las relaciones de poder.

GORA BORROKA FEMINISTA ANTIRRAZISTA!