Tras el golpe de estado del pasado 10 noviembre, Bolivia ha estado sufriendo constantes y gravísimas violaciones a los derechos de información y de comunicación  que incluyen, entre otros, la persecución y amenazas a periodistas, acusaciones de sedición, destrucción de equipos de radio y televisión, cierre de medios de comunicación públicos, privados y populares e injerencia en los medios estatales.

El texto de Camila Huaranca  que reproducimos a continuación  detalla una rigurosa cronología de los atropellos orquestados por el gobierno de facto y sufridos especialmente por medios de comunicación y comunicadores y comunicadoras populares:

Cuando pensar diferente es sinónimo de «sedición y terrorismo»

Animamos a las asociaciones de periodistas, organizaciones y movimiento sociales, y a los gobiernos verdaderamente democráticos a  visibilizar y denunciar lo que esta ocurriendo en Bolivia con los medios de comunicación no afines al gobierno de facto. LA LIBERTAD DE EXPRESION Y PENSAMIENTO NO SON SINONIMO DE SEDICION. Basta ya de acoso político y judicial a los medios.