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CONTRA LA BARBARIE HETEROPATRIARCAL CAPITALISTA

 A principios del siglo XX Rosa Luxenburgo predecía ya el colapso civilizatorio si continuaba el desarrollo capitalista (en la organización económica, demográfico, en el uso de recursos, generación de contaminantes e incremento de desigualdades) en su famosa frase: “socialismo o barbarie”. Un siglo después, aunque la promesa de que el consumo nos llevará a un futuro mejor perdure, los sueños del progreso capitalista se han truncado y la barbarie se instaura en cada rincón:

La barbarie es la expulsando a tantas personas a los márgenes de las sociedades o fuera de la propia vida por el beneficio de unos pocos. El cambio climático, las guerras por los recursos, la explotación laboral ilimitada, la dictadura del mercado, el empobrecimiento de las capas populares, los acuerdos transnacionales que posibilitan el envenenamiento de las semillas y la injerencia en la soberanía de los países, la privatización del agua, el entierro de las democracias, los muros de la vergüenza que no permiten la libre circulación de las personas, los cementerios de personas vivas que son las cárceles y los CIEs, los genocidios contra las comunidades indígenas, la militarización cotidiana de la vida en muchas zonas del planeta. La crisis de valores y la apuesta de la competitividad como pilar social.

En este contexto devastador la violencia patriarcal se agudiza y nuestras vidas, las de las mujeres, son agredidas sistemáticamente.  Somos nosotras el único colchón que garantiza un mínimo cuidado de las personas ante la involución de las prestaciones sociales a base de la doble jornada que consume nuestro tiempo. El feminicidio campa a sus anchas. Mujeres refugiadas son violadas y asesinadas, pagando con su cuerpo el precio de la migración. Expulsadas las primeras de los centros de trabajos para convertirnos en mano de obra más barata. Explotadas en regímenes laborales especiales como el empleo doméstico. Nuestros cuerpos son cosificados por los medios, regulados por leyes y discursos científicos patriarcales, intervenidas por la Iglesia. Nuestra libertad sexual y reproductiva pendula entre los intereses de los hombres y las imposiciones de las empresas farmacológicas.

El neoliberalismo se impone mediante el miedo y la perpetuación de las jerarquías sociales. Y una civilización se colapsa al sobrepasar los límites ecológicos del planeta y romper la articulación social que garantiza la reproducción de la vida. Esta es la barbarie del siglo XXI fundada en la vieja alianza entre el sistema heteropatriarcal y el capitalismo.

FEMINISMOA ZORROZTU

Nosotras afilamos el feminismo para construir alternativas a esta barbarie. El capitalismo no se reproduce sin la dominación sobre las mujeres. Si las mujeres paramos, todo para; si el trabajo doméstico para, todo lo demás para. El sistema capitalista tiene que devaluar este trabajo y mantenernos sumisas para sobrevivir. Por eso nuestro feminismo es anticapitalista, subversivo, radical, porque lucha contra la división sexual del trabajo, contra todos los mecanismos de explotación, contra las violencias transistémicas que anidan en la clase, la raza, el sexo, la edad, la funcionalidad corporal etc. Está totalmente imbricado en la lucha de las clases populares y trabajadoras porque asalta las lógicas del sistema.

 

La dinámica del sistema capitalista patriarcal es perversa: si no ahonda en la violencia patriarcal, en la acumulación ilimitada del capital y los intereses privados no funciona, y si lo hace destruye las bases naturales y sociales que lo hacen posible. Entre tanto, olvidamos que somos, de raíz, dependientes de los ecosistemas e interdependientes.

El tiempo se agota. Necesitamos frenar la máquina y provocar una ruptura en modelo económico, energético, social y cultural. Para ello serán necesarios cambios radicales en nuestros valores, en las relaciones personales y comunitarias, en los modelos de pareja y de familia, en las prácticas cotidianas, las formas de producción, el reparto del trabajo de cuidados o la organización territorial.

Afilamos el feminismo para defendernos de la violencia machista. Para resistir a las agresiones en el mercado laboral. Para proteger la tierra en la que habitamos.  Afilamos el feminismo, nuestros saberes y prácticas políticas, nuestras alianzas y redes para generar una nueva hegemonía que nos permita una transformación social profunda. Afilamos nuestras armas para construir una nueva civilización capaz de asegurar una vida digna para todas.

 

Un año más la coordinadora de Euskal Herria hace un llamamiento conjunto a las movilizaciones del 8 de marzo bajo el lema Contra la barbarie heteropatriarcal capitalista, FEMINISMOA ZORROZTU!. Este año además, nos adherimos al paro internacional de mujeres #M8 #MujeresEnHuelga, mediante acciones que se realizarán en las distintas capitales. ¡Que pare el mundo porque nos están matando!

* Propuesta para leer en la rueda de prensa y en los comunicados de las manifestaciones:

Aprovechamos estas declaraciones para denunciar y manifestar nuestra total repulsa al autobús Hazte oir, el indignante autobús del odio que atraviesa estos días Euskal Herria fomentando la transfobia y agrediendo al colectivo LGTB y a la diversidad sexual. ¡Si tocan a una nos tocan a todas!


Coordinadora feminista de Euskal Herria