Cada vez que decidimos comprar productos y servicios para satisfacer nuestras necesidades vitales y cotidianas, realizamos un acto que directa o indirectamente tiene consecuencias económicas, ambientales y sociales.

Nuestros hábitos de consumo tienen una incidencia que trasciende la mera satisfacción personal o familiar. Consumir es necesario, pero las opciones de compra deben ir acompañadas de una reflexión ética y crítica. El
acto de consumir no es arbitrario ni inocente. Seguir unas pautas responsables de consumo, además de repercutir positivamente en la salud y bienestar personal, puede ayudar a un desarrollo más justo y equitativo de nuestra
comunidad y a frenar el creciente deterioro del planeta.
Al comprar, en la tienda o el mercado, se puede optar por aquellos productos y servicios que favorezcan la igualdad social, la equidad entre mujeres y hombres, la conservación de los recursos naturales, las fuentes renovables de energía o su ahorro, y un menor impacto ambiental.
Algunos de los aspectos a tener en cuenta para un consumo responsable son:

1. Informarnos de qué empresas, productos y servicios se trata, ver si respetan las condiciones dignas de trabajo, los derechos humanos y el medio ambiente, para                  
preferirlos frente a otros que no cumplan con los citados requisitos.
2. Considerar el impacto ambiental desde el punto de vista del ciclo de vida del producto a comprar, valorando los procesos de producción, transporte, distribución,
consumo y residuos que deja tras su uso.
3. Plantearnos el tipo de comercio que se desea favorecer. Considerando su cercanía, estructura societaria, etc.
4. Asegurarnos de la calidad de lo comprado.

Como ayuda en el ejercicio responsable de compra cotidiana, estamos elaborando un mapa que identifique aquellos comercios y lugares de la ciudad donde se pueden
adquirir productos que tengan algunas de las siguientes características:
5. Productos locales, producidos en nuestro entorno, que fomentan la economía local y reducen los impactos de un largo transporte.
6. Productos ecológicos, sean alimentos, ropas, calzado, cosméticos, etc., obtenidos mediante sistemas agrícolas ecológicos, sin la utilización de productos químicos
de síntesis como pesticidas, herbicidas químicos, hormonas de crecimiento o fertilizantes artificiales.
7. Productos de segunda mano, utilizados anteriormente por otras personas pero que se conservan en buen estado.
Productos elaborados con material reciclado o productos reutilizados, procedentes de otros objetos.
8. Productos de calidad que se han obtenido en unas condiciones laborales, de producción y comercio justas, y que provienen de lugares lejanos, abasteciendo de
objetos, materiales y productos que no existen en nuestro entorno.

Con tu participación, queremos realizar un mapa que recoja posibles alternativas para realizar de forma responsable las compras en San Sebastián. Ayúdanos a identificar tiendas, mercados y lugares que consideres
de interés.