La aprobación de la Ley es el resultado de años de lucha de las organizaciones de mujeres y feministas, desde distintos espacios, formas de trabajo y concepciones, y demuestra que la articulación de esfuerzos, realizados de forma sistemática y sostenida, puede lograr avances en políticas públicas y en la actuación de las instituciones y el Estado.

Como organización nos comprometemos a acompañar el monitoreo del desarrollo y aplicación de la ley, y a aunar esfuerzos para impulsar otras iniciativas que contribuyan a combatir la violencia, como la que penaliza el acoso sexual.