Según menciona el informe, "las mejores prácticas de la participación y el empoderamiento indígena como componentes del enfoque de derechos humanos demuestran la necesidad de superar el viejo modelo participativo del desarrollo y de vincularse a procesos de autonomía y autogestión de los pueblos interesados. Un ejemplo innovador es el proyecto "Fortalecimiento de la capacidad de los pueblos indígenas de Antioquia para el ejercicio de sus derechos y su autonomía en el
contexto del conflicto armado colombiano", apoyado por el Instituto Europeo para la
Democracia y los Derechos Humanos, en el que participaron la Organización Indígena de Antioquia y las ONG Mugarik Gabe y Almáciga. El proyecto promueve el empoderamiento de las autoridades y organizaciones de mujeres de Antioquia en una triple dirección: el reforzamiento de las autonomías indígenas, con una especial atención al papel de las organizaciones indígenas en la participación política al interior de sus propias comunidades; el diálogo con las autoridades del Estado y con actores no indígenas; y la "diplomacia indígena" con actores internacionales y de la cooperación. "

"Cuanto mayor sea el empoderamiento de los titulares de los derechos y de las obligaciones, tanto más se refuerzan los espacios de diálogo institucional, con un mayor impacto en la efectividad de los derechos."