La medida pretende resolver la situación de contingencia en la zona, por lo que las autoridades suspendieron la vigencia de los siguientes derechos ciudadanos: libertad de acción, detención legal, interrogatorio a detenidos o presos, libertad de locomoción, derecho de manifestación y portación de armas, entre otros.

En un comunicado de prensa, la Oficina de la Alta Comisionada de la Organización de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Guatemala (OACNUDH) lamentó los hechos violentos ocurridos el 29 y el 30 de abril en San Rafael las Flores y en la Montaña Xalapán, en el oriente del país, que tuvieron sus causas en el establecimiento de la mina San Rafael.

El Observatorio de Pueblos Indígenas destacó que el Estado de Sitio tiene características represivas y pretende deslegitimar la protesta social pacifica que han mantenido las comunidades en la zona debido a la instalación de la mina San Rafael, desde el 2008.

Un reporte del Centro de Medios Independientes (CMI) señala que unas 2 mil personas se dieron cita en Sábana Redonda el pasado lunes, a inmediaciones de la mina San Rafael, como muestra de rechazo al reciente acuerdo que firmaron cinco municipalidades de Santa Rosa y la empresa, con el aval del gobierno, de incrementar voluntariamente a 5 por ciento las regalías; la Ley de Minería establece el 1 por ciento.

A decir del Ministro de Gobernación, Mauricio López Bonilla, el lunes 29 en la noche, 23 agentes de la PNC se movilizaron al lugar, cuando fueron interceptados por un grupo de campesinos que los retuvieron; a las 6 horas del día siguiente, unos 2 mil agentes al mando de Gerson Oliva, Director de la Policía, incursionaron para liberarlos.

En el hecho resultaron heridos 10 agentes, dos de ellos de gravedad; un policía recibió un impacto de bala en el pecho y falleció en el lugar; grupos de personas con gorros pasamontañas irrumpieron en tres viviendas donde se hospeda personal de la mina, las saquearon y les prendieron fuego, aseguró López Bonilla.

Mujeres abogan por la estabilidad social

El año 2005, cobra relevancia histórica para el Pueblo xinka en la montaña de Xalapán. Por primera vez, las mujeres realizamos jornadas de movilización no violenta en el departamento de Jalapa para denunciar la existencia de nuestro pueblo y la situación y condición de las mujeres. Invisibilizado para entonces en el imaginario guatemalteco, negado incluso por autoridades departamentales y algunos académicos, iniciamos un camino de reivindicación histórica.

Hicimos nuestra la lucha que hicieron hermanos y hermanas xinkas de Santa Rosa, dentro del proceso de la firma de los Acuerdos de Paz, donde dejaron consignada la existencia de un pueblo indígena, que no es maya; el pueblo xinka. Nos nombramos por primera vez, y salimos a las calles y al mundo a develar nuestra realidad.

El aporte histórico de las mujeres para visibilizar la existencia de nuestro pueblo en un departamento visto como ladino mestizo, nos llevó a realizar varias acciones, entre otras; a denunciar el racismo institucional y el etnocidio estadístico, permitió abrir diversos caminos de lucha y resistencia contra las inequidades históricas que vivimos como pueblo en el oriente de Guatemala a un poco más de 100 kilómetros de la ciudad capital.

La lucha contra minería en la Comunidad Indígena de Santa María Xalapán se levanta el 14 de diciembre del año del 2008, luego de constatar el interés de personas extranjeras para la compra de terrenos dentro de la colindancia de la montaña.

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Por otro lado las organizaciones sociales de Guatemala, han difundido un comunicado conjunto denunciando los hechos.

Fuente: CERIGUA, AMISMAXAJ, Centro de Medios Independientes.